La Zarzuela, ¿un palacio fantasma?
Don Juan Carlos dejaba su despacho en el palacio de la Zarzuela unos meses después de abdicar la Corona en su hijo Felipe, en junio de 2014. Nunca pensó en que ocurriría, como nunca creyó que abdicar sería una opción y lo fue. En la vida del “Patrón” – como cariñosamente le llama don Felipe – ya nada es como antes. Las vidas separadas del matrimonio Borbón y Grecia, quienes pasan una gran parte del año viajando fuera de España cada uno por su lado, y las casi inexistentes celebraciones familiares han convertido al Palacio de la Zarzuela en una mera sombra de lo que fue. ¿Quién vive realmente en Zarzuela?
Ha sido residencia de los Reyes Juan Carlos y Sofía desde que en 1962 abriera sus puertas para que los entonces príncipes de España vivieran allí sus días y sus noches hasta convertirse en Reyes, tras la muerte de Franco en noviembre de 1975. El Palacio de la Zarzuela fue elección personal del joven y feliz matrimonio que, recién casados y llenos de ilusión, con toda la vida por delante, deseaban alejarse de la pompa del Palacio Real. Era el lugar perfecto: espacioso pero sencillo; independiente, a las afueras de Madrid, pero bien comunicado.
El príncipe Felipe y las Infantas en una imagen de archivo (Gtres)
Eran días de felicidad personal pese a la gran incertidumbre política que rodeó la designación de don Juan Carlos como sucesor a título de Rey por parte de Franco. La llegada de sus tres hijos, primero el nacimiento de las infantas Elena y Cristina y finalmente el de don Felipe inundó de vida el palacio. Intramuros de Zarzuela, vivieron don Juan Carlos y doña Sofía, sus mejores años de pareja, criaron a sus hijos, celebraron sus bautizos, sus fiestas de cumpleaños y eligieron su educación y formación. Pero los niños crecen y los de los reyes, también. Doña Sofía siempre quiso que en casa se viviera de la manera más normal y sencilla posible. Así que llegaron los amigos – en Zarzuela eran siempre bien recibidos – los novios y los compromisos.
La reina Victoria Eugenia sostiene en brazos a su bisnieto, Don Felipe durante su bautismo en el Palacio de la Zarzuela (Gtres)
Cristina en el bautizo de Irene Urdangarin en julio de 2005 (Gtres)
Después, con la boda de las infantas y don Felipe, la Familia comenzó a crecer de nuevo. Nuevos bautizos, primeras comuniones y reuniones familiares. Las risas, los juegos y los cariños a los abuelos eran muy frecuentes en la residencia de los entonces Reyes. A doña Sofía le encanta recibir en casa, reunir a la familia. Pero todo eso ha quedado muy atrás y a Zarzuela casi no va nadie. La separación oficiosa de los reyes Juan Carlos y Sofía, el daño que el Caso Nóos (con la infanta Cristina y su marido implicados, ahora ella absuelta y él condenado por la Audiencia Provincial de Baleares) ha infligido a la familia y la vida independiente que llevan don Felipe y doña Letizia en su residencia situada a 400 metros, han deshabitado prácticamente el palacio, al menos en la zona familiar.
Doña Letizia durante el bautizo de la Infanta Leonor (Gtres)
La vivienda consta de una estructura central con un ala a cada lado. Los dormitorios se ubican en la tercera planta y solo se utilizan el del rey Juan Carlos, cuando está en Madrid, y el de doña Sofía y su hermana Irene cuando no se encuentra en Londres, donde pasan largas temporadas. Ya nadie utiliza las habitaciones de las infantas, ni la de don Felipe ni los cuartos de estudios. Los comedores, apenas se ocupan, según fuentes cercanas a Zarzuela.
No se celebran reuniones como antes. Ya no hay cumpleaños, ni bautizos ni casi nietos que vayan de visita. El rey Felipe celebra la Navidad que doña Letizia suele organizar en su residencia. La infanta Cristina lleva varios años que no pisa Zarzuela en esas fechas familiares tan señaladas, según ha trascendido, aunque sí ha venido puntualmente siempre que los acontecimientos del caso Noos han requerido una visita a sus padres. Hace unos años, se reestructuró la planta de las habitaciones para conseguir total independencia entre los espacios que utiliza don Juan Carlos y los que ocupa doña Sofía cuando está. Lo prefieren así, bien separados. Y es precisamente cuando su madre está en Zarzuela cuando don Felipe se escapa, si puede, a comer con ella. Madre e hijo siguen muy unidos y sus ratos a solas son oro para la reina Sofía, tan abatida en los últimos meses por el affaire Bárbara Rey y la sentencia de Noos, que condena a su yerno a 6 años y 3 meses de cárcel. Los actos más solemnes se celebran en el Palacio Real y los considerados más informales o los propiamente familiares tienen como escenario el de la Zarzuela. Pero cada vez menos.
El Rey Felipe y Don Juan Carlos paseando en los jardines del Palacio de la Zarzuela en 2005 (Gtres)
En el edificio, concebido como pabellón de caza y diseñado en el siglo XVII por el arquitecto Gómez, se han acometido importantes reformas a lo largo de los años. En 2008, por citar algunas de las últimas, se remodelaron varias zonas, por valor de 3,3 millones de euros, que incluían obras de jardinería y mejoras en la piscina entre otras reformas. En enero del año pasado, Patrimonio Nacional puso en marcha nuevas reformas en el edificio, concretamente en el pabellón R-21, que acoge despachos y oficinas administrativas como el departamento de Comunicación y Prensa y mejoró cubiertas en el exterior.
El palacio tiene vida, sobre todo durante el día. Pero parece que hay muchas noches que se queda vacío. Don Felipe mantiene su despacho en la segunda planta y todo el staff adscrito a la Casa de S.M el Rey trabaja a diario en Zarzuela. Después, ¿quién queda en la enorme residencia? ¿Quién vive realmente en Zarzuela? Si viajan tanto, pasan temporadas fuera de Madrid y las reuniones familiares son casi imposible, dada la separación familiar entre los principales miembros, ¿qué vida alberga palacio? Habrá que esperar a la próxima Primera Comunión de la infanta Sofía esta primavera para que el palacio fantasma recupere, aunque sea solo por unas horas, vida familiar.